Incluso el viaje más largo comienza con el primer paso

" Un viaje de mil leguas empieza por el primer paso"

Proverbio chino

Que mejor que empezar esta nueva entrada del blog con esta frase tan resumida pero que tan sabiduría contiene.Hoy voy a escribir sobre un concepto que se llama energía de activación, en adelante “EA” .El término "energia de activacion" proviene de la Química y está definido como el nivel mínimo de energía que necesita un proceso químico para comenzar un determinado proceso. En términos psicológicos, la idea es simplemente que empezar a hacer algo cuesta mucho más esfuerzo que seguir haciéndolo una vez que ya lo empezamos.

En palabras distintas, no es otra cosa que decir que todos vivimos en la inercia de mantenernos en nuestra zona de confort. Y sacarnos de ahí requiere un esfuerzo importante. Por ejemplo, si queremos salir a hacer ejercicio, cambiarnos y salir nos requiere mucha más fuerza de voluntad que ejercitarnos una vez que ya estamos listos para empezar a hacerlo.

Existe un método sencillo para vencer la inercia del confort, que se puede aplicar a la vida personal, a los negocios, hasta a la vida de pareja!

Veámoslo con dos ejemplos que él dio de su vida cotidiana y que pueden aclarar más la idea.

1) Juan quería hace tiempo empezar a tocar la guitarra. Se había comprado una y la tenía guardada en su estuche dentro de un placard en su living. La realidad es que nunca tocaba.

Un día decidió medir cuánto tiempo le tomaba sacarla… Eran 25 segundos. Puede sonar exagerado que esos 25 segundos hicieran tanta diferencia pero esa es precisamente la clave de este concepto. Que por alguna razón, una pequeña barrera de esfuerzo provoca un efecto muy amplificado por obra y gracia de nuestro cerebro.

Así, pensó en el concepto de EA y decidió comprar un soporte de guitarra y ponerla sin estuche al lado del sofá donde se sentaba siempre. Y “mágicamente”, al tenerla simplemente a un brazo de distancia, cada vez que estaba sentado allí empezó a tocarla.

2) Juan quería empezar a correr a la mañana al levantarse, pero cuando el momento llegaba no lo hacía. La solución en este caso fue un poco más radical: por unas semanas, decidió acostarse la noche anterior vestido con ropa deportiva y dejando sus zapatillas al lado de la cama.

En este caso buena parte de su “barrera” era vestirse con la ropa deportiva necesaria para salir. Pero hay algo muy interesante en este ejemplo! Levantarse ya listo para correr no sólo le bajaba el “energía de activación” de ir a correr. También le subía el de todo lo demás! Si en vez de ir a correr él quería hacer otra cosa, tenía que sacarse la ropa deportiva y volver a vestirse con ropa de calle. De repente, ir a correr era la opción más cómoda!

Esto puede aplicarse en la vida cotidiana de cada uno de ustedes , empezando con pequeñas cosas que quieran modificar en su “rutina diaria” y comprobar que Uds. pueden lograrlo también...