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miércoles, 24 de marzo de 2010

De profesion : Ignorante

docente,bloggofilia

En nuestro país Argentina desde años esta sucediendo algo trágico y silencioso que puede que se nos escape con tantos acontecimientos diarios tanto nacionales como internacionales que debemos vivir.

Este hecho que debemos ocuparnos seriamente es la ausencia o suspensión de clases por parte de los maestros y profesores en niveles primaria y secundaria respectivamente. La explicación que los docentes argumentan al provocar la suspensión de actividades es el aumento del sueldo básico y el reintegro de las horas quitadas debido al no dictado de clases. Obviamente comprendo lo que les sucede a estos trabajadores del estado, que con el sueldo que perciben no lograr llegar a fin de mes. Acaso creen que los demás laburantes gozan de mejor suerte cuando cobran su sueldo? La respuesta es un rotundo NO, todos estamos en la misma situación, la inflación en los productos de necesidad básica, el aumento en las cuotas escolares para aquellos que tienen la posibilidad de llevar a sus hijos a colegios privados, el aumento en el boleto de colectivo, todos estos problemas son los que vivimos a diario y sin embargo no dejamos de laburar, sabés por que? Porque:

  • Porque necesitamos laburar para llevar plata a nuestras casas todos los dias, y sino laburamos no comemos.

  • Porque no tenemos un sindicato patotero (ATE) que va al choque con la policia para repudiar su descontento.

  • Porque lo que queremos mas profundamente es enseñar a nuestros hijos buenos valores, como el trabajo, el respeto, y que las cosas se deben resolver hablando.

Señores maestros/as y profesores/as acaso lo buscan es que nuestro país tenga una generación de ignorantes, que no pueden tomar decisiones propias y no las influenciadas por los medios de “desinformación” o acaso no tienen el oficio de ser docentes y transmitir sus conocimientos para bien de una generación libre y comprometida con su país ?

En estos momentos tengo 25 años y cursando en la universidad, pero yo también fui alumno de primaria y luego de secundaria, y déjenme decirles que los docentes actuales no tienen compromiso de docente hacia sus alumnos, ven el trabajo como una fuente de ingresos segura , donde al momento de haber pensado que carrera estudiar optaron por la equivocada, su profesión y su oficio difieren abismalmente y esto se ve cada año con las decenas de paros que a modo de huelga realizan en el ministerio de educación tanto de la provincia , como en la ciudad de Buenos Aires.

Es común oír el día anterior a un paro, cuando los alumnos le preguntas a sus docentes sobre si se dictarán clases en el establecimiento:

: - Profe, hay clases mañana?

:- Queda a cargo de sus padres que concurran a clase.


Dejenme decirles que obviamente que los chicos no van a concurrir al establecimiento, ya sea porque los padres no los llevan o porque (“eso es lo que busca la escuela”) los chicos llegan a casa después de la respuesta del docente, y los padres le preguntan sobre el presunto paro de mañana:


: - Juancito mañana tenés clases en la escuela?

: - No, mañana se adhieren al paro y no tenemos clases.


La respuesta que el docente le da a su alumno, es una respuesta abierta, sumamente ruin y llevando a un “teléfono descompuesto”la información hasta llegar a su hogar.

Pasan los días y los estudiantes van terminando el ciclo lectivo, entonces estos se encuentran con la buena fortuna (cuando intenten ingresar a la universidad se van a dar cuenta que era todo lo contrario…) de que estudiando o boludeando logran el mismo objetivo, o sea terminar el ciclo lectivo. Claro es sumamente tentador hacer esto a un niño en caso de primaria o un adolescente en el caso de la secundaria, pero generan inconcientemente un mal hábito en los estudiantes, que se llama holgazanería, haraganería, vagancia, todos adjetivos que califican la falta de ganas de hacer las cosas y que llevan en el peor de los casos a que sean futuros vagos que NI estudian, NI trabajan


“La generación NI-NI”.



La Generación Ni-Ni. ¿Qué quiere decir ello? “Estamos ante una generación de jóvenes pasiva, desilusionada y sin motivaciones por el futuro”,

Según el economista Bernardo Kliksberg, éstos son decisivos para la democracia, el progreso tecnológico y la calidad de la sociedad. Es decir, son la materia prima de nuestro país.

Esto no solo sucede como vemos acá sino en todo el mundo, y como una generación adulta debemos indicar y guiar en la buena senda a la nueva generación para que logren alcanzar sus objetivos personales y con ello logrando los objetivos de una nación culta, donde lo buenos actos sean recompensados y los malos castigados. Con personas de bien, que trabajen, con bajos niveles de ignorancia, logrando que la materia prima del país esté en lo más alto solo así será que Argentina logrará festejar su independencia ante las potencias hegemónicas que actualmente la someten tanto económica como culturalmente.

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